°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°
Se dice que, cuando los pastores se alejaron y la quietud volvió, el Niño del pesebre levantó la cabeza y miró la puerta entreabierta. Un muchacho joven, tímido, estaba allí, temblando y temeroso. Acércate le dijo Jesús ¿por qué tienes miedo?
---
No me atrevo, no tengo nada para darte. Me gustaría que me des un regalo dijo el recién nacido. El pequeño intruso enrojeció de vergüenza y balbuceó: De verdad no tengo nada, nada es mío, si tuviera algo, algo mío, te lo daría, mira: y buscando en los bolsillos de su pantalón andrajoso, sacó una hoja de un cuchillo herrumbrada que había encontrado. Es todo lo que tengo, si la quieres, te la doy.
---
No me atrevo, no tengo nada para darte. Me gustaría que me des un regalo dijo el recién nacido. El pequeño intruso enrojeció de vergüenza y balbuceó: De verdad no tengo nada, nada es mío, si tuviera algo, algo mío, te lo daría, mira: y buscando en los bolsillos de su pantalón andrajoso, sacó una hoja de un cuchillo herrumbrada que había encontrado. Es todo lo que tengo, si la quieres, te la doy.
---
No, contestó Jesús, guárdala. Querría que me dieras otra cosa. Me gustaría que me dieras tres regalos. Con gusto dijo el muchacho, pero... ¿qué? Ofréceme el último de tus dibujos. El chico, cohibido, enrojeció. Se acercó al pesebre y, para impedir que María y José lo oyeran, murmuró algo al oído del Niño Jesús.
---
No puedo, mi dibujo es horrible, ¡ nadie quiere mirarlo ! Justamente, por eso lo quiero, siempre tienes que ofrecerme lo que los demás rechazan y lo que no les gusta de ti. Además quisiera que me dieras un plato. Pero... ¡ lo rompí esta mañana ! tartamudeó el chico. Por eso lo quiero. Debes ofrecerme siempre lo que está quebrado en tu vida, porque yo quiero arreglarlo.
---
Y ahora, insistió Jesús, repite la respuesta que le diste a tus padres cuando te preguntaron cómo habías roto el plato. El rostro del muchacho se ensombreció, bajó la cabeza, avergonzado, y tristemente murmuró: les mentí, dije que el plato se me cayó de las manos, pero eso no era cierto, estaba muy enojado ¡ y por eso lo tiré al piso con rabia !
---
Eso es lo que quería oírte decir, dijo Jesús, dame siempre lo que hay de malo en tu vida, tus mentiras, tus calumnias, tus cobardías, tus crueldades. Yo voy a descargarte de ellas. No tienes necesidad de guardarlas. Quiero que seas feliz y siempre voy a perdonarte tus faltas. Y a partir de hoy, me gustaría muchísimo que vinieras todos los días a mi casa.
******************************
---
Eso es lo que quería oírte decir, dijo Jesús, dame siempre lo que hay de malo en tu vida, tus mentiras, tus calumnias, tus cobardías, tus crueldades. Yo voy a descargarte de ellas. No tienes necesidad de guardarlas. Quiero que seas feliz y siempre voy a perdonarte tus faltas. Y a partir de hoy, me gustaría muchísimo que vinieras todos los días a mi casa.
******************************
Este escrito, lo recibí hace apenas un ratito, vía Internet, de una amistad a quién mucho aprecio. Y se los comparto a Ustedes con todo mi afecto en éstas vísperas de la Navidad tan esperada como bella.
Su 'cuatacho', 'ALF' el tapatío, haciendo votos también por un venturoso Nuevo Año, 2011.
Procuré felicitar desde antes a todos mis conocidos, amistades y familiares de quienes tengo su dirección electrónica, pero aquellos que por algo me faltaron, vean en este escrito un sincero detalle 'navideño', especialmente dedicado a cada uno de ellos, de parte mía, sinceramente.
ResponderEliminar¡ Feliz Navidad 2010 y mis deseos por un más feliz y venturoso 2011... de este su amigo cibernético.