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AMIGOS, TODOS . . .
Hoy estamos de luto, en el ‘Tec’, traemos un moño negro con un alfiler clavado en el corazón y en las mentes de profesores, alumnos y todos aquellos que somos parte de esta comunidad. Hoy la educación ha sufrido un golpe bajo. Sí, hablo de la educación en nuestro país, no sólo de nuestro Sistema Educativo. Esas dos personas, no eran sólo nuestros alumnos, eran alumnos de todos aquellos que en este país nos hemos avocado a enseñar a las nuevas generaciones, era alumnos de México, nuevas mentes que estaban siendo educadas con la esperanza de un mejor país.
Pienso en esos dos jóvenes, esa noche, dedicando su talento y esfuerzo para aprender y aportar nuevos conocimientos en su área, el amor a su disciplina, en donde las horas no cuentan, el tiempo no pasa, buscan realizar sus proyectos, disfrutan el avance que llevan.
Pero sus vidas le son quitadas de tajo, todos sus sueños se ven truncados ese viernes en la noche. Ya no hay corporalidad en donde depositar el alma, su espíritu se queda extrañado, no sabe a dónde ir.
Normalmente la gente suele decir en esos casos “es una pena, estuvieron en el lugar equivocado”. Resulta paradójico, ellos no se equivocaron de lugar, estaban en el lugar indicado, en el lugar correcto, en el lugar que les permitiría concretar sus proyectos de vida profesional… en su Universidad. Pienso en estos dos jóvenes, y pienso también en el dolor de sus familias, ese dolor del que uno sabe que nunca se repone del todo. El tiempo no borra esas heridas, sólo se aprende a caminar en la vida con ellas, hasta que se hacen cicatrices, pero ahí quedan las marcas, para siempre. Su dolor es mi dolor también, uno mis lágrimas, a las de ellos, lágrimas por su pérdida, pero también por la indignación, por lo injusto, e irracional de todo esto. La muerte de un joven siempre duele, la vida invierte sus procesos, hoy, una vez más, hay padres que entierran a sus hijos, cuando son los hijos quienes deben enterrar a sus padres, cuando cansados llegan al final de su vida.
Es extraño, cuando inicialmente se sabe que los muertos no eran alumnos. Hay dentro de la preocupación en la sociedad, una sensación de alivio. La gente lamenta la situación pero no las vidas de ellos… “menos mal que no fueron alumnos”, suele decir la gente.
Pero nuevas noticias llegan, a ellos no les hieren, han salido ilesos, a diferencia de los otros que quedan tirados. Ellos siguen vivos, pero con ideales muertos, esto es también lamentable, esta otra muerte no pasa por entierros, porque la conciencia ya está enterrada, el espíritu está amputado.
Los que mueren, sueñan con aprender “y llegar a ser alguien en la vida”, trascender, quizá a través de los años, con aquellos proyectos tecnológicos planeaban poder desarrollar en un futuro, ”cuerpos muertos, con sueños vivos”. Los que viven, sueñan con traer una troca del año, dólares, o droga para vender y evadir la realidad. No importa si la vida que les reste sea sólo un par de años, y después morir… quizá en otro enfrentamiento en donde no la libraron… “cuerpos vivos, con sueños muertos”.
“Cuerpos muertos” de unos, y “sueños muertos” de otros, ambos lamentables, ambos destrozan a la sociedad entera.
Me preguntan si no tengo miedo, uno nunca tiene miedo de aquello que le apasiona. Dejar de enseñar y de aprender en estos momentos, cuando es lo que la sociedad más necesita, es lo peor que pudiéramos hacer. Quizás algunos piensen “hay riesgos de ir hasta a la escuela”, pero pienso que el riesgo de no hacerlo es más grande.
Hoy menos que nunca no podemos darnos el lujo de no educarnos, hay un México que lo necesita.
Dicen los grandes hombres que ”uno muere cuando mueren sus ideales”. El ideal por un mejor país, no puede morir, ni debe morir; la Educación es la salvaguarda de ello.
Cada mexicano, que sea gente de bien, no debe perder la esperanza de una mejor sociedad, una sociedad en donde cada una de las personas tenga una vida digna de ser vivida. Un México en dónde dedicarse al crimen organizado no sea una opción para nadie, porque hay proyectos de vida a las que sí vale la pena apostarle.
Por esos, en las Universidades y en las escuelas, tenemos el deber de educar las mentes… y también los espíritus, el día en que dejemos de hacerlo… ese día…
¡ Nuestro México habrá muerto..!
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Palabras de la Doctora en respuesta a mi correo, en donde le doy las gracias…
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· En el camino hemos dejado mucho de lado, particularmente hemos perdido el amor a nuestra Patria…
· Vemos a México como un carro rentado (tal como lo expresa Denisse Dresser, en su conferencia) por eso nadie lo encera, nadie lo lava, sólo se sirven de él…
· Hay que reinventar a este País, y en esta tarea estamos todos…
· Esta Semana Santa he leído sobre Morelos, y no puedo más que sentir mi pequeñez ante tanta grandeza…
· Cuando escuché tú poema, amigo, pienso que así lo hubieran expresado aquellos que dieron la vida por darnos Patria…
Estas sentidas y valientes lineas, las escribió para sus alumnos la Doctora y Maestra citada del TEC de Monterrey, tras el asesinato infame de dos excelentes estudiantes becados y muertos a la misma entrada de esa importante Institución Universitaria. Todo ocurrió en un fuego cruzado entre sicarios narcotraficantes y soldados del Ejército destacados en esa plaza, en un esfuerzo del Gobierno Federal para combatir esa terrible mafia.
ResponderEliminarESTE LAMENTABLE Y TRISTE HECHO, SIGUE IMPUNE Y ESPERANDO SE DE, AL MENOS, UNA EXPLICACIÓN SERIA Y CREÍBLE QUE NOS SAQUE DE LA MOLESTIA GENERAL QUE SE DIÓ CON LAS PRIMERAS DECLARACIONES QUE TRATARON DE DAR LAS ALTAS AUTORIDADES.
ResponderEliminarTodo sigue igual... las Autoridades dejan pasar el tiempo sin ninguna explicación y menos aún detener a los culpables.
ResponderEliminarComo en tantos otros crímenes, se echa tierra sobre el asunto para que la gente, olvide. Ante no poder hacer nada más, al menos elevemos una oración por los fallecidos y la resignación de sus familiares.