ENTREVISTA CON EL SR. ALFONSO GÓMEZ ARAUJO,
SU VIDA
EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y EN LA COLONIA “LA ESTANCIA", DE ZAPOPAN, JAL.
Vivir una
experiencia tan rica y peculiar en los Medios de Comunicación y a la vez en la
Colonia, es el resultado de una mente y un corazón abiertos a la vida. En esta ocasión, entrevistamos a Don Alfonso
Gómez Araujo, quien alegremente y con
amabilidad nos muestra su hogar y nos recibe con una sonrisa que nos ofrece
un abanico de confianza y experiencias con la que nos cuenta su historia.
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“Llegué con mi
familia aquí a “La Estancia” hace aproximadamente 22 o 23 años, después de
haber tenido una casa propia bastante grande donde pasaron su infancia mis tres
hijos, pero mi esposa quería una casa más arropada, más chica; entonces acudí a
los Sres. Jaime y Emilio Hernández Camarena, clientes y conocidos míos, quienes
fraccionaron una parte del terreno de la Colonia. Era entonces una zona casi desolada; recuerdo
que cuando venimos al fraccionamiento la primera vez, nos citamos en la
Gasolinería ‘Nogales’ que da exactamente al inicio de la Av. Miguel Ángel,
porque por señas no iba a dar. Cuando
llegamos nos gustó mucho, tanto el tipo de construcción de las casitas
familiares, y así, pronto encontramos feliz acogida y formamos un grupo de
amistades con vecinos.
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En ese tiempo,
recuerdo que para festejar las Fiestas Patrias y la Navidad, no teníamos
problema en cerrar calles. Las fiestas
fueron creciendo y se aprovecharon los parques de Bach, de Franz Listz y otros
que se fueron construyendo. En ése
entonces, de la Av. Rafael Sanzio hacia el poniente, no había casi nada;
recuerdo que mis amigos me decían en broma que me vine a vivir ‘donde daba
vuelta el aire’, y en realidad, teníamos un clima totalmente distinto al de
Guadalajara centro: Llovía casi a
diario, estábamos prácticamente al lado del bosque de La Primavera y en la
mañana nos despertaban los pájaros. Son
de la pocas regiones en que tenemos aún cantidad de aves canoras distintas en
libertad.
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“La Estancia” ha
cambiado para bien; lógicamente la mancha urbana creció, ya nos envolvió y
nuestra Colonia ha adquirido un movimiento muy especial; por ejemplo, en la Av.
Patria pasarían dos o tres carros por hora en ese tiempo – si es que pasaban –
ahora, en una de las avenidas y vías rápidas más importantes de la zona
conurbada. Hemos vivido muy a gusto, sin
mayores problemas, ya que nuestras quejas siempre han sido escuchadas; y tan
hemos vivido contentos, que en cuanto dos de mis hijos casados pudieron venirse
a vivir a esta misma Colonia, lo hicieron gustosos. Traté de colaborar con la Asociación Vecinal,
pero si reconozco que he visto desidia – como en casi todas las de la ciudad –
de hacer algo más por la propia Colonia, a pesar de que han existido buenas
directivas, otras no tanto y algunas más que desviaron sus miras a labores
políticas y partidistas.
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Regresando al tema
de la apatía de la gente hoy en día, pienso que quienes quisiéramos hacer algo
por la Colonia, no nos favorecen las leyes, al no permitir hacer nada de esto
como obligatorio; en el punto de las ‘Cuotas’ no se puede hacer mayor presión y
como siempre será primero ‘comer que ser cristiano’, mucha veces al tener que
pagar las cuotas, cierta gente se retrae y no hace caso.
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Respecto a mi vida
personal, es muy variada, algo loca...
Estudié hasta primero de Medicina, pero no me gustó, ¡no era lo
mío! Entonces comencé a trabajar – lo
que hice casi medio siglo - laborando en tres empresas; dos de ellas prácticamente
de los mismos dueños de nacionalidad francesa.
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Inicié metiendo duro
el lomo y enfocándome a todo lo administrativo que entonces me llamaba la
atención. De este modo comencé en
Nacional Textil Manufacturera como empleado de almacén, encargado de embarques
y después se me dio la oportunidad de ascender a Cajero y seguir mis labores
administrativas en forma completamente autodidacta, terminando mi trabajo
dentro de la empresa como Sub-Contador
general y Contralor interno. De ahí pasé a Joyce
Mexicana, una de las fábricas de calzado fino de dama más importantes entonces,
hasta que llegó una de tantas crisis de materias primas, laborando casi diez
años en el puesto de Gerente Administrativo y Sub Director Nacional de Ventas. En esa época viajé bastante, ya que tenía
dicha empresa más de 25 puntos de venta en la capital y la responsabilidad de
la cobranza desde la frontera norte hasta el sureste, en Yuc., Q. Roo y Chis.
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Cansado del arduo
trabajo Administrativo, di un cambio radical y volví a comenzar desde abajo en
el renglón de las Ventas, siendo allí cuando entré en 1973 a las Medios de
Comunicación masiva que puedo decir han sido mi vida entera; básicamente los
electrónicos, primero la Radio y enseguida la Televisión, al través del Grupo
D.K. donde inicié en un local por la Av. 16 de Septiembre y Leandro Valle, y al
año siguiente, gracias al buen desarrollo y a las entradas extras de mi primer
año de ventas, se pudo construir el notable edificio propio en la Av. Lázaro
Cárdenas, esquina con Lorenzana.
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Tras absorber Grupo
D.K. al Canal “6” de T.V. local, y al paso de los años, tuve mi más jugosa
experiencia participando al constituirse la Empresa comercial llamada Televida
de Guadalajara, en la cual por vez primera se unieron las fuerzas de los
Canales 4 y 6 de Televisión, los únicos locales en ese tiempo, para convertirse
de dos fuerzas competitivas, en dos opciones complementarias, ofreciendo
publicidad a las mismas tarifas, en las mismas oficinas, bajo la misma
Dirección y hasta cambiando las programaciones de ambos – de muchos años antes
– como el programa de Cocina de la Sra. Zárate o el naciente Noticiario que iba
a salir en el Canal “6” y se pasó al Canal 4, así como recibiendo de Televisa
una serie de ventajas como la trasmisión de las ‘Series Mundiales de Beisbol’,
juegos de Futbol internacional y series súper exitosas como fueron ‘Dallas’ y
‘La Caldera del Diablo’, o programas como ‘La Hora del Gane’, que vinieron a
revolucionar la Televisión de ese tiempo, iniciando una época de auge de casi
diez años en ambos Canales, inolvidable para mucha gente.
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Años después, los
socios del ya Canal ‘Súper Seis’, mostraron sumo interés en quedarse con la
concesión de los antiguos Canales 7 y 13 (Nacionales) que eran del Gobierno
Federal; para eso, la primera medida era separarse del todo de Televisa y
cerrar la comercializadora, desbaratando esa unión que se consideraría ‘Monopolio’. Todos pensábamos en que se nos daría tal
concesión, tanto así, que cantábamos victoria, cuando por circunstancias
políticas a la hora de la hora, se le vendieron ambos Canales al Sr. Salinas
Pliego, quedándose la empresa sumamente endeudada, con instalaciones y personal
sobradísimos, en los que se había invertido fuertes sumas de dinero. Activos que no había a quién venderle porque
las pocas compañías que comenzaban a nacer, eran las Televisoras por
Cable. Tomé la Dirección de Ventas los
últimos seis años, con muy buenas experiencias, hasta afrontar la decisión de
rentárselo por largo período a Televisa como hoy funciona, convertido en
C. “5”.
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Hoy en día ya
jubilado, presté mis servicios dos años más al Grupo Radio Zamora y sigo siendo
Consejero de Conciertos Guadalajara, A.C.; los señores de ‘Mural’, Expresión de
Jalisco me invitaron el año pasado a formar parte de su Consejo en la Sección
de Comunidad, donde propuse y obtuve que se publique semanalmente ‘Voz vecinal’
y como ‘hobby’ escribo mis recuerdos y vivencias, participo en dos programas
radiofónicos semanales y en la grabación de libros para invidentes y débiles
visuales, a la vez que colaboro en Seminarios de Oratoria, de Poesía, Publicidad
y sobre los Medios Electrónicos a los que dediqué el último cuarto de siglo de
mis actividades.
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Nota: Entre los Reconocimientos y Diplomas
recibidos en mi época laboral, desde luego ocupan un primerísimo lugar el
obtenido en Oratoria en la Cámara Junior de Gdl., en 1967, todos los obtenidos
en Radio Grupo D.K y Televisión Tapatía Canal 6, como Primer Lugar en Ventas
por varios semestres, el del H. Ayto. de Gdl., por mi participación en el
Festival de Fin del Milenio, otros más por diversos Seminarios como ‘Vendedor
Profesional’; el otorgado por el Diario ‘Mural’ como Consejero Editorial en la
Sección Comunidad del año 2001, varios como Colaborador en Televisa Radio Gdl.,
en diversos programas y difusoras de ese Grupo Radiofónico, y el Micrófono de
Oro de la Asociación Nacional de Locutores de México, A.C. a mediados del mes de Mayo del 2000.